Labios contra labios.
Siempre pensé que tenías
una boca de fuego
haceme arder un poquito
esta noche
despacio.
Vos fumabas
te deshacías en palabras
en alguna mirada directa,
esquivando,
te consumías.
Sentí las cenizas
hacerse polvo en el viento
el velo de humo te sienta bien
y es que tenés la sensualidad propia
de la gente que no es consciente de sí
la mía
sin que haga falta aclararlo.
La imagen repetida
el ícono de la femeneidad
y un cigarrillo
Labios contra labios
Prendo un pucho
con sabor a vos.
Prendo un pucho
y no puedo evitar pensar
que estás hecha de humo
y siempre lo estuviste.
Labios contra labios
que no arden
ni son de fuego
ni sensualidad
ni humo
ni cenizas
ni viento.
Saco un cigarrillo
y vuelvo a saborearte...
Efectivamente
el humo te sienta bien.
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