miércoles, 19 de octubre de 2011

Matan sus penas por los rincones.

Su boca se llenó de soberbia
nos tiramos
de los ojos
una palabra dos
salvajes como los labios rojos

nos besamos como dos idiotas

de esas de cuello en alto
y mirada de reojo
tal vez un dedo levantado
y alguna frase
de buen gusto y grado

La Boheme

igual eramos hermosas.

Y en ese desgarro
de soberbia
chuik mua absadkfja

Platón lloró en una esquina
en un banco de piedra
unas lágrimas como robadas a Girondo.

Suspiro profundo, tan hondo

entonacion misma del " quien pudiera".

Y Quien pudiera...
Niño Platón
o niño o Platón
darse cuenta

que esas tan hermosas
las ideas

nos inspiran
nos elevan
se fugan
inertes
se escapan
nos guiñan un ojo
de sensualidad irresistible
y por demás

inalcanzable

la pena
del ser humana.

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