Al señor Guacho Pistola :

Y es que a usted,señor
se le ha metido el pito para adentro

y no lo encuentra
y se angustia
y busca su virilidad en el fondo

del machismo de cada día.

Y busca pelea para reafirmarse
para no llorar por su pequeño
extraviado

porque los hombres no lloran
y usted es un macho
que quiere roña

y piñas
y trompadas
verbales
de poca monta.

Alabada sea la conciencia
que le impide golpear a una mujer

pero para el dicho
la frase y la
soberbia

no se queda corto
como se quedó su pito

y hay que compensar, vio?

Es la ley del banana
y  usted es un guacho pistola

fijese para donde apunta
no vaya a ser que se haga un
huequito

y haya que aguantárselo
con su caminar bruto
y su lengua con pelos
y veneno
como en los dientes

como quien se muerde
y muere en el acto

y digame, señor...

¿No le parece que se hace demasiado problema
por algo tan
pequeño?

y despacito decile que no vuelva.

Y le cantan todos
despacito al sol

mientras arrancan las flores nuevas
como quien se aferra al perfume
de lo bello

lo instantaneo

el detener el tiempo en un mismo lugar
las manos

y mis manos se han manchado
de tierra
y rojo

como el rojo de unos labios
rojos
como sangrando
la carne de la sensualidad

como las palabras
que llegan a mi
y van a morir a unos versos.

Sigan cantándole al sol, nomás
como ritual
matando lo que queda de lo que tenemos dentro
para llamar al amor

para llamarlo y decirle
que no vuelva
que siempre tendré una rosa
mis labios
y alguna espina

hasta darme cuenta
de que yo también he sido
arrancada
por las manos ajenas.

Algo me vio morir.

Hay que cantarle al sol despacito
mientras pueda.

Bla bla bla

Que tus labios
que tu cuello
que tus ojos

que tu perfume
las palabras
y los versos

que la mirada
las sonrisas
unos besos

que el morbo
que el deseo
que las ganas

y que vamos
y vayamos
y vendremos

¿Volveremos?

que tu cuerpo
que el andar
y que tus pechos

que un café
unos puchos
unas charlas

que el encanto
entre risas
y misterios

que el humo
el viento
y la nada

que bla bli blu bli
que bla
y que bla bla

que mi boca
mis ojos
y mi cuello

se irán perdiendo
con el habla.

Todo fuego por ser

serán las cenizas de lo que hoy somos

Linda,
lo que vos no entendés
es que acá no hay nada que entender.

Hasta pulverizarse los ojos

Creciste torcida
desviada
como crecen las flores
ante el anhelo

la melancolía.

Mirame , tal vez
hasta pulverizarte los ojos

y ahí, en ese punto
donde Alejandra
le escribiría rebelde
a la primavera

nos habremos dado cuenta
que la magia

de a poco nos consume

las flores
las chicas
el viento
y la suerte

corriendo están

pero nosotras estamos perdidas

Te he robado los ojos
y me he quedado sin nada

todavía podemos,bonita
hacerle frente a la primavera.

Mis cabellos son los cabellos de Medusa
tócalos si gustas
pero atrévete a mirarme

no habrán de convertirte en piedra.

No prometen lo mismo
mis ojos de Salomé

que sin ser nívea
ni princesa
ni la luna encarnada

la imagen lunática de la fémina
llama,incita,intriga,aclama.

Soy el amor y la muerte
vestida de mujer
¿Qué mirarás primero?