lunes, 9 de mayo de 2011

Under my Skin

Todos elegimos un rol a interpretar. Nunca te pusiste a pensarlo?
Nunca pensaste por qué siempre sentimos afinidad por cierto personaje? siempre es el mismo, o siempre son los mismos de a cuerdo a la situación. Es casi como un sentido de identificación inevitable. Podría decirse que es mero gusto pero que vanal y superfluo. Respuestas como esas solo son evasivas de motivos que escondemos conciente o inconcientemente. Lo sabés, lo sabemos.

Yo siempre elijo este rol.
No importa cuanto me duela
y te puedo decir, que sí, que duele un poco
bastante
demasiado.
Puedo decir que consume. Puedo decir que ni yo me percato muchas veces
de la muerte lenta que implica. Soma
le dicen Soma. Pero no podés ser conciente de todo lo que lastima.

Tu rol es otro
y otra es tu patología
que te lleva a tomarlo
y adueñarte. Estás en la piel del personaje.

Y yo solo puedo decirte
que nunca pude tomar una postura sobre el destino, si es real o no, si es divino o mortal porque es nuestro.
¿Pero qué te puedo decir?

Ese es tu rol.
Y este es el mio

y podrá doler
y podran ser perfectos juntos
porque se dan mutuamente una razón de ser

y podré como la más inutil
llegar al final de los finales de un final inevitable

y puede que incluso
duela mas que cualquier otra cosa.

Pero
yo elegí ese rol
y ahora ese rol es mio.

Buenas noches.

*lights out*

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